13 julio 2009

y otra de extranjería

COMPARTE»»
Como ahora resulta que no hay trabajo, el extranjero no hace la misma falta que hace unos meses (ya va para más de un año). Y esto no lo digo yo, no la sociedad, no los conservadores ni los xenófobos (porque eso no sería noticia), lo deja entrever la nueva reforma sobre la ley de extranjería.

Esta reforma empezó con un consejo de ministros en diciembre de 2008 y la semana pasada la aprobó este mismo consejo con algunas reformas sobre la inicial. Alguna cosa positiva, según el PSOE, el "impacto positivo por razón de género", que al parecer es de lo poco que se puede salvar. Lo negativo: 1.- ampliación del plazo de internamiento a 60 días (en Aragón se creará un campo de internamiento); 2.- La reagrupación familiar será mucho más estricta; 3.- La expulsiones serán mucho más rápidas y se podrá prohibir entrar en el país por un periodo de cinco años.

Nuestra vicepresidenta ha dicho que esto pasa de ser una ley de extranjería a una ley de inmigración. No entiendo que quería decir con esto; es decir ¿qué extranjero tiene connotaciones peyorativas e inmigrante es más amable y cercano? Entonces, desde el año 2000 que se hizo la anterior reforma ¿nuestro gobierno ha sido xenófobo? Lo que veo es otra enseñanza más de nuestra vicepresidenta y de nuestro gobierno en general de como usar la propaganda para parecer los más buenos y mejores, los adalides de los derechos humanos, los guardianes de la democracia y de la humanidad,... Lo que deberían intentar es ponerse en la piel de esa persona que ha pasado tantas penurias en llegar a nuestro país, le ponen en un campo de internamiento durante 60 días y luego le dicen que como le vuelvan a ver por estas tierras en los próximos cinco años se las tendrá que ver con nuestro implacable sistema judicial.

Lo peor de todo: que dada la situación económica tan dramática que se nos viene encima (a nosotros y a aquellos) la gran mayoría de la opinión social verá con buenos ojos esta reforma, ya que nos defiende de un invasor que, ahora sí, nos viene a quitar el trabajo.

2 comentarios :

Espartaco dijo...

El problema de fondo es serio. Existen unas profundas diferencias entre el norte y el sur a consecuencia de las relaciones económicas y comerciales que hacen de los países pobres países dependientes lo que provoca un empobrecimiento constante de los mismos.

La solución a corto es difícil pero no imposible, eso sí, pasando por la superación del capitalismo como modelo social y económico.

Ello implicaría dos cosas, por un lado acabar con el espejismo del norte rico y abundante (tan vacío en todo lo humano) que es el verdadero efecto llamada, es decir, cambiar radicalmente nuestro modo de vida. Por el otro evitar la dependencia de los pobres de nosotros ya que en realidad somos nosotros los que dependemos de ellos (mano de obra barata, materias primas sobre explotdas...) Pero ésto segundo no es posible sin lo primero. Para que ellos se desarrollen debemos en primer lugar de ser como somos.

lorenzo meler dijo...

Un artículo publicado por Leonardo Boff en Koinonia da un poco de esperanza a esta situación.

Esta esperanza no permite que me relaje en la lucha, pero si que da un respiro a la tristeza y a la desesperación.