09 febrero 2011

Casi se me escapa esta carta

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Esta mañana, leyendo las noticias a través de internet en el diario del Altoaragón no he llegado a leer las cartas al director. Ha sido luego, al llegar a mi trabajo cuando me he fijado en la carta que unos alumnos de 4º de E.S.O. de Almudévar han escrito a su profesora. Resulta que esos alumnos los tuve yo el curso pasado y a la profesora a la que le escriben fue compañera mía y que falleció hace tan sólo tres semanas debido a un cáncer que se la llevó a muy temprana edad (nunca le quise preguntar los años, aunque está claro que tenía menos de 30). No he podido sino emocionarme y con el permiso de mis exalumnos pongo la carta aquí.


El miércoles 19 llegábamos como cada mañana al instituto para aprender algo nuevo de cada materia. No sabíamos que la verdadera lección llegaría con una inesperada noticia, Miriam, nuestra Miriam, se había marchado.
Para siempre. Con ella aprendimos la Revolución Francesa, los sistemas de gobierno o los dioses griegos, pero realmente lo más importante que nos enseñó fue a través de su ejemplo: la alegría de vivir superando cualquier obstáculo con fuerza y optimismo. Llegaba siempre a clase con una sonrisa, aunque alguno de esos días tuviera más dolor. Ella siempre se volcaba en sus clases e incluso se tomaba con humor todos los inconvenientes de su enfermedad. Como cuando nos contaba que se había comprado unos zapatos de tacón aunque el médico le recomendara que no los llevara, o también cuando nos portábamos mal nos amenazaba sonriente con quitarse la peluca. A veces nos decía que los libros estaban escritos por los osos amorosos y que le encantaría adoptar un galgo ya que era muy solidaria con los animales. Así día tras día.
Simplemente no tenemos palabras para expresar todo lo que un día llegó a ser para todos nosotros. Son muchos los recuerdos que guardamos de ella, y aunque ya no esté entre nosotros no será fácil olvidarlos, ya que ha dejado una gran huella en nuestros corazones.
Miriam: fuiste un ejemplo a seguir como profesora y como persona.
Esperamos que tu pequeño Lorién, recuerde lo grande que fuiste. Ojalá estés más allá del arco iris, feliz, como tú nos enseñaste, a pesar de todas las barreras que tuviste que superar.
Siempre te recordaremos. Te queremos, Miriam.

Un abrazo muy fuerte Miriam.

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Ojalá los compañeros en esta profesión pudiésemos llegar al corazón de nuestros alumnos como lo hizo Miriam. Tan sólo con lograr que valoren lo que es importante, ya conseguimos mucho. Tus exalumnos te echan en falta; un saludo sincero. Isabel

lorenzo meler dijo...

Pues tienes toda la razón Isabel, hay gente que nace con este don que tenía Miriam y otros nos lo tenemos que currar. De todas formas la recompensa es infinita.
Un abrazo Isabel, y dile a mis exalumnos que el año que viene si puedo estoy ahì, jejeje

Anónimo dijo...

que grande esta carta lorenzo...
has estado de 10 colgandola, la verdad que se la curraron eee...
para esto si que curran pero para otras cosas.
un saludo
Javier

lorenzo meler dijo...

la verdad es que tienen bastante geta, aunque eso sí, también mucho corazón, que es más importante que estudiar