27 marzo 2012

¿empresas o personas?

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Más de un día he contado aquí que este año tengo que ir y venir a Barbastro todos los días por mi trabajo. En estos viajes los suelo hacer casi siempre con un compañero y amigo con quien debatimos amigablemente durante casi dos horas (una de ida y otra de vuelta).

Tanto hablar y reflexionar en estos viajes nos ayuda a que nuestro cerebro cree conexiones y relaciones entre cosas que jamás habíamos pensado, y en estas estamos, en como relacionamos las personas y las empresas. Quizás de lo que nos hemos dado cuenta, mucho gente lo haya hecho ya.

Resulta que en este país, y en la mayoría de los países capitalistas, las empresas (y por tanto sus empresarios) tienen muchos más derechos que las propias personas. A esta conclusión llegamos porque en estos tiempos una de las cosas más corrientes es que las personas devuelvan los pisos que ya no pueden pagar, pero la deuda sigue ahí, la tiene para siempre. Si una empresa quiebra, se declara en bancarrota, se destruye la sociedad y a otra cosa mariposa, el empresario crea otra empresa y vuelta a empezar. Ojalá las personas pudiéramos hacer eso, crearnos una nueva personalidad, volver a empezar debido a los fallos que ha cometido en el pasado.

El ejercicio mental de comparar empresas y personas cuando se oye una noticia es muy interesante. Esta idea nació sobre todo por los incendios ocurrido en Castanesa. La primera hipótesis que se barajaba como culpables de los incendios era que, debido a las altas rachas de viento, algunos cables de alta tensión produjeron las chispas causantes del incendio. Luego se descubrió que no había sido así. La pregunta es ¿si hubiera sido la empresa la causante, se habría actuado con tanta rapidez como se ha hecho con el vecino de Castanesa? Seguramente no, además, ¿cómo detienes a una empresa? Pues no se puede y sino, siguiendo con el tema de la alta tensión, miren las torres de alta tensión que Endesa tendría que haber quitado hace ya muchos años y no las ha quitado, y se ha gastado el dinero que le dio el Estado para desmontarlas en otras cosas.  Si eso lo hace una persona le hubieran embargado las cuentas, y por incumplir una orden judicial ya estaría en la cárcel.

Aquí he explicado dos ejemplos claros de las ventajas que tiene ser una empresa con respecto a una  persona (persona como usted y como yo no como Camps). Pero recomiendo que como seguramente les pareceré una exageración, hagan el ejercicio de que cuando escuchen una noticia, la que sea, comparen que es lo que les hubiera sucedido si lo mismo lo hubiera hecho la parte contraria y coméntenlo.

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