03 noviembre 2010

¿Necesidad?

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Esta es una de esas cosas sobre las que reflexiono en bastantes ocasiones: La necesidad, ¿qué es lo que necesito en realidad?

Quizás uno de los mejores momentos para escribir este post sería la navidad, aunque visto lo visto prefiero hacerlo ahora y enlazarlo con la noticia que lanzaba hace pocos días Cáritas. Pero voy por partes que sino me pierdo.

Como digo, Cáritas lanzaba el otro día la noticia de que el año pasado atendió de urgencia a casi 800.000 personas (casi un 2% de la población del país). Con esto queda demostrado dos cosas, la primera es que la crisis es un hecho, y un hecho dramático, un 2% de la población pidiendo para poder comer (sólo en cáritas) es muy preocupante. La segunda, de la cual también se han hecho eco algunos medios de comunicación, es que Cáritas tiene cada vez más socios y aportaciones individuales, es decir, aun ha quedado algo de humanidad después de una época de deshumanización como la que hemos tenido. Pero no es esto lo que me ha llevado a escribir este post.

Quizás ahora que hay tanta gente que está pasando verdadera necesidad, el resto de personas hayamos empezado a comprender que es eso de la necesidad, o al menos reflexionemos sobre el tema. Conozco gente que se compra ropa todos los fines de semana, y a eso lo llama necesidad; otros se cambian de coche cada año o dos años, y eso también es necesidad; hay otros, o los mismos, que van a Ikea y casi todo lo que ven ahí lo ven necesario; hay quienes ven necesario cambiarse de móvil cada seis meses, tener un mp4 e incluso un ipad o un miniportatil; otras personas ven necesario tener una casa en propiedad, plaza de garaje y trastero;...

Parece con estas palabras que estoy juzgando a los que hacen todo esto (igual que me podrían juzgar a mí por otras cosas materiales que tengo y que las considero esenciales), pero lo que verdaderamente intento hacer es juzgar a toda una sociedad que como decía Eduard Punset: "hemos invertido demasiado tiempo en televisores, lavavajillas y demás objetos materiales y demasiado poco en la verdadera felicidad". Juzgo a una sociedad que se ha engañado así mismo definiendo necesidad a todo objeto material que le apetecía tener en un momento determinado, quedándose con ello en un falso primer escalón de la pirámide de Maslow. Y esta sociedad es tanto el que consume, el que vende, el gobierno que premia el consumo,...

Todos hablamos del consumo desaforado que estaba llevando la sociedad, pero seguimos consumiendo (los que podemos claro), somos conscientes del error, pero seguimos adelante, como el drogadicto que es consciente de lo que está haciendo pero no puede evitarlo. Algo así como una drogadicción colectiva de la que ahora mucha gente se ha tenido que desenganchar a la fuerza.

Dos formas veo de conseguir que la sociedad salga de este limbo de consumo. La primera es que cada vez haya más gente que únicamente pueda aspirar a lo verdaderamente necesario, forma que no comparto ya no sólo por el sufrimiento de las personas sino también porque una vez que se salga de esta situación volveríamos a lo mismo o peor (algo típico en las adicciones). La segunda forma es empezar a reflexionar cada vez que vayamos a adquirir un producto de consumo, evitando el autoengaño y poco a poco ir saliendo de este doloroso y falso mundo feliz, de este síndrome de diógenes consumista, para pasar de una vez a la siguiente fase en este juego que es la historia del ser humano, antes de que el "game over" llegue sin haber descubierto las maravillas que nuestra especie es capaz de realizar.

1 comentarios :

Espartaco dijo...

Escribió Lenin: El imperialismo, fase superior del capitalismo.

No lo he leído (otras cosas de Lenin sí, pero esta no) aunque sí he oído hablar de él y de sus tesis.

No deja de ser curioso como evoluciona el capitalismo desde el siglo XIX: la búsqueda constante de mercados de consumo.

Lenin, en su momento, se da cuenta de ello y cree que la búsqueda de mercados exteriores culmina el capitalismo pero evidentemente está en un error, el capitalismo tiene muchos recorridos.

El actual se llama consumo o consumismo (por cierto que está en crisis) La salida del capitalismo después de la II guerra mundial fue recuperar el mercado interno diversificando la producción hacia un consumo masivo de objetos de consumo, primero útiles (electrodomésticos), pero cuando ese nicho se agotó buscó otros nichos de consumo (inútiles). Para dar salida a los mismos en primer lugar tuvo que crear una necesidad artificial (publicidad) y luego generar una constante renovación de los productos a consumir (inútiles la mayor parte de ellos)

Al no ser bastante para las necesarias ganancias se rebajó el salario de los trabajadores y como éstos no podían comprar inventaron el crédito. Era la solución mágica: podíamos seguir comprando cosas inútiles para calmar nuestra ansiedad (como los heroinómanos) a base de crédito, VISA, préstamos personales...

Hoy, cuando la burbuja ha explotado todo el castillo se viene abajo y se pagan las consecuencias.

¿Será verdad que el consumismo se acerca a su fin para que todo el mundo tenga las cosas básicas cubiertas (en la linea de Punset, claro)

Obviamente no. El capitalismo buscará nuevos mercados, es su salida natural, y lo hará como siempre: depredando.

Así pues la pregunta es: ¿Debemos buscar soluciones a la crisis dentro del capitalismo o debemos buscar solución fuera del mismo?