02 noviembre 2011

El pleno del miércoles

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El pasado miércoles volví a aparecer por el Ayuntamiento de Huesca para ver como iban las cosas por ahí (después del apagón digital he estado sin asistir a ningún pleno) y como era de esperar nada había cambiado, las cosas seguían igual de aburridas, aunque hubo algunos momentos de esparcimiento en los que no pude evitar reírme.


Una de las cosas que eché en falta fue la ausencia del señor Germán Sanromán, que tanto juego daba a estos cónclaves. Pero bueno, ahí seguíamos teniendo a Fernando Lafuente que nos dejó uno de los excordes mas interesantes que he oído nunca: "yo, como portavoz del mal, digo del PAR". Los del público estábamos entre reírnos y asustarnos. Al final optamos por la primera opción conscientes de que aunque sea cierto que el señor Lafuente sea portavoz del mal, jamás podrá ser un malo de verdad.

Entre risas y comentarios de esta situación, me percaté de una cosa un tanto extraña. Mª Antonia Alcalá, la que defendió y presentó las ordenanzas fiscales, leyó todo lo que dijo en su turno de réplica, con lo cual verdaderamente no estaba contestando a lo que le decían el resto de partidos, ¡lo tenía todo escrito de antemano! ¿Para qué vale un pleno entonces? El partido en el gobierno sabe lo que le van a decir el resto, y el resto sabe lo que le va a decir el gobierno.... sirve pues para pasar una tarde escuchándose entre ellos, y por supuesto para echar unas risas de vez en cuando, como las que se echó la señora Alcalá mientras hacía su primera réplica, que una vez paró de reírse dijo como pudo: "es que miro al señor Malo y no lo puedo evitar".

Al finalizar la sesión, siguiendo con mi tradición, realicé una pregunta a la nueva alcaldesa (y por alguna extraña razón me puse hasta nervioso) sobre los servicios sociales. Pero esto ya es otro tema para otro post.

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