Respecto a lo que pasó el pasado 25S, no voy a entrar a valorar la desinformación que hubo, todos hemos visto vídeos en los que parece que la policía es la que instiga para reventar la manifestación. No sé si a estas alturas alguien que esté leyendo este blog pone en duda que muchos medios de comunicación nos están mintiendo (no creo que el señor Marhuenda me lea).
De lo que quiero hablar es de unas declaraciones de Rajoy que hizo al día siguiente de la manifestación, en la visita de éste a Nueva York para mejorar la imagen de España. Precisamente por esto creo que dijo lo dijo sino, como católico que parece ser, no tendría escusa para sus declaraciones
Pero vamos por partes que me parece que no estoy siendo claro. En estas declaraciones el presidente incide en reconocer a esa gran mayoría de españoles que no estaba en la manifestación, alabando una actitud de confianza o "conformismo". Así pues, nuestro presidente no se equivoca en hacer un análisis claro de lo que está sucediendo en España, que no nos estamos moviendo (dada la magnitud del palo que nos están metiendo por el cu...). Y para asegurarse de que esto sigue así, alaba nuestra posición de anquilosamiento. De esta forma podemos seguir justificando que lo mejor que podemos hacer es quedarnos en casita calentitos.
Desde mi punto de vista cristiano creo, señor Rajoy, que debería pedir que la gente saliera a la calle, para una cosa o para la otra, pero que no se queden en casa. Es decir que hiciera lo contrario de lo que está haciendo. Numerosos son los pasajes del evangelio que nos hablan de la acción, pero uno de los que más me gustan es del apocalipsis (que al contrario de lo que muchos se piensan, es un libro bastante bonito, a pesar del lenguaje que utiliza): 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. La interpretación de esto es clara señor Rajoy, no puede pedirle a la gente que sea templada y se quede en casa, sin pensar y meditar, que se lo den todo mascado en intereconomía, la sexta y ahora también por desgracia en TVE (por nombrar tres aunque bien podría nombrarlos todos). Es obligación suya, como cristiano y como presidente, que sean calientes o fríos, que se posicionen constantemente, que salgan a la calle.
Me preocupa esa posición de apaciguamiento. No sé si lo hace porque le da miedo la propia respuesta que ustedes puedan dar (y que ya estamos viendo con la violencia de sus policías), o porque verdaderamente quiere tener una sociedad apagada y gris. Cualquiera de las dos cosas me preocupan y confío en que la gente no le hagamos caso, que empecemos a salir de la templura y nos decidamos por el frío o por el calor.
3 comentarios :
¿Y si nos estuvieran provocando para que seamos fríos o calientes? LLevan tiempo enfrentándonos.
Quizás debamos ser fríos, calientes y templados, todas ellas.
Bueno respuesta. Lo que pasa es que ser frío o caliente no tiene nada que ver con enfrentarnos, es simplemente posicionarnos, hacer un análisis crítico de lo que está sucediendo y no quedarnos en casa creyendo todo lo que nos dicen.
Tengo amigos e incluso familiares del PP, con los que no estoy de acuerdo con ellos en casi nada, lo cual nos lleva unas discusiones bastante acaloradas, pero eso no quiere decir que me enfrente a ellos, simplemente intentamos crecer en el diálogo. Muchas veces ni siquiera creo que tenga la razón cuando hablo (ni mi oponente tampoco).
Seguro que ser las tres cosas a la vez sería lo ideal. Eso nos llevaría a pensar que no tenemos la razón y abriría un diálogo mucho más humano y razonable. Pero me da la impresión que para llegar a eso hace falta mucha mucha reflexión.
Yo tengo conocidos que hicieron caso de las palabras de Rajoy y salieron a la calle el 29 para unirse a la protesta. Esperemos que muchos más se hagan eco de sus palabras.
La problematica es que hay que luchar contra el silecio de los medios de desinformación.
PD: Es un error pensar que una persona coherente con sus ideas llegue a la "alta politica" en estos momentos.
Dani. (otro que el primero)
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